Frente a mi mil ojos
y mi boca pueden cubrir de sangre
tratar de acariciarme con algodón
sin más palabras que ocupen tu silencio
brusco roce, aguar ni diluir tu beso
puede un mendigo, sólo dañar
sólo oscurecer, sólo quebrar
mi tibia conciencia, mi triste castidad
en un rincón abrazando mi desgracia
sueño que todavía puedo enredar
mis dedos en tu pelo ensuciar tu rostro con mis lágrimas
ahora todos se vuelven difusos
se vuelven nada, para mi fragilidad eres el único consorte
me desplomo, estos huesos destruídos
y mi corazón de almas fundidaseligen tu desprecio
se acerca el otoño
y me deshojaré ante ellos
(cuanto vacío siento al respirar sus gemidos)
pero mi alma seguirá virgen porque siento por él...
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